Brenda Ríos

Acapulco, 1975

A veces no sabe de dónde es, si de la capital del smog o acapulqueña de corazón, así va por la poesía, la narrativa y el ensayo, errante entre el calor y la cotidianidad de la urbe, extrañando los aromas de su tierra. Su literatura es clara y punzante, sin artilugios. Como es ella siempre.

Muestra de obra

Cosas que hierven

No tuve hijos

tampoco duré más de cuatro meses en un empleo;

cansancio por lo mecánico

justificaba

Lo de los hijos parecía algo así:

el acto de cuidar no es para todos

y hay que cuidar por mucho tiempo

aun si uno tiene hambre o sueño

hay que cuidar

Me senté en la arena hirviente a mirar el mar

eso hice eso hice mucho mucho tiempo

al caer la tarde llegaba a casa y listo

tomaba un café hirviente

un sandwich plano

y miraba algo en la tele antes de dormir

La vida pasa, me decían

mientras sudaba a mares mirando el mar

agua que regresa ahí mismo

perdía peso mirando el mar

el calor es un hijo propio

las barcas de los pescadores están a unos 300 metros

de la orilla y ellos también contemplan el mar

esperan

y con esa espera llegará el alimento

días, noches, días, noches

hermosas y repetitivas

como rutinas de oficina

Incluso hay sombras de ojos que asemejan el color del mar

o de una alberca

colores para labios como puestas de sol rojizas

eso lo saben las secretarias, aun las de nuevo ingreso:

traen un mar en la cara, una puesta de sol tímida:

sirenas sonrientes, conocedoras de atajos administrativos

sonríen, sonríen, mastican con la boca abierta

así, hasta que se jubilan,

y se irán a pasar su tiempo de abuelas

limpias de la cara

en casa, haciendo los complicados guisos que el trabajo no les permitía hacer;

miro el mar y él me mira de vuelta

podemos estar así horas

nos gustamos, nos caemos bien

no tenemos que hablar

sólo vernos

comprender que su cuerpo está ahí hecho de agua

justo, cierto, extenso, como el mío

y ambos hervimos, como agua para té,

a punto de hacer explotar la tapa de la olla.

Ficción

No era de verdad

nunca lo fue

tampoco tenía por qué serlo

la vida en la oficina

No fue un desperdicio,

no seas dramático

no estuvo tan mal y lo sabes

Era genial, era maravilloso, era lo mejor del mundo

llegar a fin de mes sin pasar hambre

y la tanda con Rosy, la de recepción:

te hacía ahorrar a pesar de ti mismo

Era bueno, admítelo

no pongas esa cara

era bueno salir de ahí

aun si no hubiera sol y el camino a casa fuera lento

y pesado como una nave espacial encima de la ciudad

Era bueno

muy bueno bueno

ver a los amigos y tomar una cerveza antes de dormir:

y poder pagar esa cerveza

No pongas esa cara

no seas tontito

los sueños que tenías no eran tuyos

ni sueños eran

eran anuncios de tv mi querido

mi cielo

mi terrón de azúcar

Nosotros, tú, yo, la vecina de enfrente

el señor de la tienda

vamos, tu madre misma

nacimos sin nada en la cabeza,

nada, caput

los sueños son para los héroes

Nada era de verdad pero eso no lo sabías

porque no sabes qué es verdad y qué no lo es

porque mira, te levantas en la mañana

te lavas la cara

los dientes

y en el minuto 52 después de que abres el ojo

ya estás harto de vivir

Hoy será un día largo piensas

luchar, salir, enfrentar el clima

el metro

salir

llegar a tu computadora

sonreír, mirar el teléfono, sonreír un poco más

la cara, para la una de la tarde,

es una mueca de cortesía tensa

pero todo eso no era malo

claro que no

Sé fuerte, enfrenta todo

el desempleo por ejemplo

porque en este mismo instante

mientras tu mente está en blanco, caput

miles salen de las escuelas mejor o peor preparados que tú

a luchar por el empleo que te puede ayudar a pagar las cuentas y evitar que te tires

del balcón de tu departamento

por decirlo así, no que yo crea que puedes hacerlo

sé que no lo harías

Algo saldrá te dicen los melosos esos

cuando tienen comida acumulada en sus casas

el estómago lleno de porquerías

todo saldrá bien dicen ellos mismos

porque verte les da una mayor fe en su propia realidad

Mira, por lo que yo sé, estarás de nuevo ahí:

silla, computadora, separador de tablaroca

cajón para tus chocolates

y nada que te separe, pero nada,

del balcón del onceavo piso de uno de los edificios más feos de la ciudad

del piso más duro

pesado como nave espacial

gris

ovalada

hecha de aluminio, como una cocina gigante

Clase media

Nunca tuve un empleo

que amara de verdad

Un empleo con uniforme

donde me pusieran en un muro

con un cartel abajo

“Empleado del mes”

Me hubiera gustado

me hubiera gustado mucho

ser azafata, vendedora de departamentos,

cajera de banco

empresaria

cualquier cosa vamos

que un simple crecer adusto y sin propósito

que un simple flotar

de un lado a otro

sin haber formado parte de un club

un grupo de señoras en el salón de belleza

una clase de nado

los desayunos de los martes después de dejar a los niños en el colegio

No tuve nada de eso

pasé de un empleo a otro con prisa de

saberlo todo

y luego ir a otra parte una vez que ya sabía

me aburrí tan espantosamente

en cada uno de ellos

ver la misma gente

la misma charla

debí haber resistido 30 años

en un espacio reducido

Pero ay

me fui

Fui la renunciadora

quería ver qué más de todo

debía haber algo mejor

quise pensar

pero no

Fuera de esos espacios reducidísimos

tampoco hubo gran cosa

una humedad de ciudad anciana

pobreza sin romanticismos

una soledad demasiado demasiado

dócil

Crónica en la vida en las ciudades

no todo lo que hacemos es bueno

las palabras salen de ti humo que anuncia fuego

boca accidente eléctrico

aprende a amarrarte bien las agujetas

de eso dependerá muchas veces la velocidad en que cruzas la calle

aprende a dormir de un solo lado de la cama

enfríate cuando el deseo no te deje dormir

piensa en tu abuela regando rosas

o yendo a misa

en un camino de polvo

tu tío Miguel mataba cerdos

lloraban los pobres antes de morir

lloraban a cántaros como si amaran tanto la vida

el juego

la comida aplastada en la tierra

no todo tiene que ser divertido

no hagas bromas de las cosas o de las personas

no siempre

cocina tus alimentos

vive una vida simple

es el mayor lujo

concéntrate de tal modo que puedas escuchar conversaciones en el metro de Tokio

y cuando puedas ve al mar, sólo para recordarlo

el mar se olvida pronto

si ves un incendio en tu camino sigue de largo

no seas testigo de la destrucción

no cedas a la gula

si subes de peso no entrarás en el metro

o te sacarán los bomberos en una camilla especial

ordena tus tiempos

no salgas con gente que conoces en inernet

suelen ser aburridos o bueno, quizá tengas mayor suerte

no te obsesiones con el amor

es mejor así, créeme.

¿sabes qué es un rito de iniciación?

la hora pico

el metro en la hora pico es comunión con los seres humanos, la mayor constancia de la existencia sudorosa de los seres

no te obsesiones con la felicidad

piensa mejor en las tareas del día, poco a poco

resuelve

descansa

pon la mente en blanco

no comas sano siempre

no comas chatarra siempre

observa la ciudad desde las alturas

ayuda a tomar perspectiva y espacio

camina como si acabaras de llegar

observa observa observa

el dulce oscuro camino del andén

si mueres en la hora pico bajo la tierra camino a casa

será entrar al vientre de tu madre muchos minutos después

de haber nacido

pero la oscuridad quizá sea la misma

Credo

creo en las ollas de nueva tecnología

mármol, aluminio, acero

creo en un solo dios

creador de todo

incluidas las ollas con garantía de por vida

creo en tus manos

en los dientes cariados

en la barba de tres días

creo en tu acento cuando pronuncias ciertas palabras

creo en tu pereza

creo que podríamos vivir cincuenta años juntos

pero no lo sabemos aún

y nos da miedo la idea

creo que una rosa abierta es el sexo de una mujer

y los ingleses aman las rosas

le ponen agua en la base de la maceta y alargan su vida

crecer en un país sin sol es ya un logro

creo en los estofados lentos con papas

tomates y romero

creo en la vida doméstica:

de ella sale el mundo verdadero

el que no es de las ideas

Amo el mundo que no es de las ideas

ni viene de una cueva con sombras

creo en el sol de verano

calentando cabezas y hombros antes de calentar el resto de los cuerpos

creo en los cuerpos que se calientan con sol

y con su propia energía

creo en tener aspiraciones

suaves al inicio e intensas después o viceversa

creo en arrepentirse

en darnos cuenta a mitad de una fiesta donde todos ríen, bailan,

acercan su cuerpo a otros cuerpos,

de que estamos muy muy aburridos de todo

el aburrimiento es un cansancio especial

creo que no podemos esperar grandes cosas

de un país en cuyos lavabos públicos hay

instrucciones para lavarse las manos

creo que lo hemos dicho todo

y el silencio es alta tecnología: no se pega nada

y los alimentos conservan su pureza

¿te imaginas?

el brócoli puro, verde intenso,

el ajo, los espárragos,

los trozos de carne

el silencio es algo a prueba de todo

y se puede meter a la máquina de lavar platos

qué belleza

Razones de Rambo

me gusta cuando piensas en los otros baby

no cuando haces letreros de tu perro perdido

y comienzas

“Hola, me llamo Tonino,

me perdí en la calle de López,

y soy muy guapo”

me gusta que me lamas los dedos de los pies

y que pongas tu cuerpo encima como una colcha

pesada,  acogedora

tu cuerpo es la nave espacial

con una luz mirando a la tierra

yo soy la tierra

no me gusta nada baby

cuando no te pones condón

y finges tener sexo sólo conmigo

no soy posesiva bebé

pero cuando hablas así no eres mi persona favorita

tu modo de mirarme las piernas

con ganas de que nadie más me mire

no es fácil pertenecer

te digo te digo te digo

nadie es de nadie

pero te ríes y mandas doce mensajes al día que dicen

dónde estás amor

te echo de menos

sucede que el amor es Rambo en un Vietnam imaginario

secuelas de una guerra

un hombre con metralleta dispuesto a amputar a todos por una noble causa

Rambo toma el té en los descansos de las escenas

se ve cansado, aún más de lo que el papel requiere

sus manos son grandes, sus músculos se engrasan con aceite para bebé

Rambo dijo apenas veinticinco palabras en un filme de 107 minutos

Rambo tiene problemas con el lenguaje

no sabe decir bebé, he luchado, triunfé, liberé a los prisioneros

me gusta cuando piensas en los otros baby

y haces la cena y me cuentas tu día

y yo hablo de Rambo por horas

como si fuera un libro o un día en la oficina

cuando no me imaginas con otros hombres

podemos dormir abrazados con nuestros brazos enteros

las piernas enteras

sin que nadie venga a la recámara con un machete y una cinta en la cabeza

los ojos justicieros locos

puestos en la oscuridad de cuarto mirándonos dormir

sin hacer ruido

Belleza

no fui tomada por ningún hombre

no fui elegida

permanecí en el estante

hasta que las ojeras me hicieron fea

y me rendí

ya no quería ser elegida

¿Acaso no soy yo suficiente para mí?

pero no, no lo era

Hablemos del amor  a uno mismo, predicaba los domingos

hablemos del árbol, la ardilla

la acera barrida en las mañanas por mujeres viejas

en pijama y bata acolchada

hablemos del recolector de basura pasando a gritos por la calle

juntando aquí, allá, una buena fortuna en piquitos

¿No soy yo la belleza que mira a los otros?

No, no lo era

y el cielo se rompía

y un trueno caía a dos pasos de mí

esa era la respuesta.

si yo fuera la belleza el trueno sería yo cayendo sobre mí.

no me eligió nadie

y el polvo se acomodó en mis costas,

y me olvidé de mí como un libro preciado que nunca se abre

se romperán las páginas

libros sagrados

intactos

y nadie pasará los dedos, los ojos por este papel

que amarillea aun si contiene cosas fundamentales

como la definición de una misma.