Azul Ramos

Acapulco, 1993

Habita el puerto como si fuera una habitación rodeada de un paisaje marino y costeño. Su mundo son los peces, pelícanos y la realidad que de pronto nos estremece. Sus recuerdos están llenos de añoranzas, de una tristeza azul, melancólica. Ahí va guardado pequeñas imágenes como souvenirs de la infancia.  

Muestra de obra

*Habitación del mar

I

Habitar un cuarto va más allá de estar en él

las paredes cambian al color que queremos

los muebles se transforman

toman cuerpos extraños

todo se ve distinto

y es similar a la sensación de un encuentro

Vivir cerca del mar era ver nadar la sábana por debajo de la cama

Mi cuarto era una lancha de madera pintada de verde

con letras negras que decían “El Querubín”

Pelícanos persiguiéndose en el aire

y gaviotas resoplando canciones que no entendía

eran el techo

Al fondo peces en una red verdeoscura

el olor a pescado frito saliendo de una sartén

personas caminando de un extremo a otro con troncos

para mover viejas lanchas

: cuartos de otros niños que habitaban el mar

como yo.

II

El sol nos despertaba.

El calor y el sudor nos obligaban a dejar las lanchas

Cargábamos cubetas como sombreros de agua

y gotas escapaban del encierro

escurriéndose por nuestros brazos

Pensábamos cada paso para no caer en la arena

ese piso inestable que jugaba con los pies

Pronto aprendimos que tanto en la arena como en la vida

hay tropiezos que te enseñan a enderezar la espalda

a caminar como la marea

                                               constante y segura

Por la tarde me bañaba con pulpos y estrellas llenas de agua

y picaba cada burbuja que nacía al jugar con el jabón

Mojaba mi cara con pulpos y estrellas

los pasaba por mi cuello

en mis rizos decolorados por el sol y el mar

en mis pies pintados de arena

hasta quedar limpia

Me ponía el uniforme y mis zapatos para ir a la escuela

las aulas son ese navegar que requiere ir bien vestida

Papá alineaba los tablones de mi falda con sus manos

y ponía limón en mi cabello para trenzar mis rizos.

Freía pescados para desayunar

me contaba historias de su familia

y yo acechaba la escuela en espera del clang clang de la campana

para viajar con mis amigos en pupitres de madera

III

Mi padre

pescador desde niño

pasó su infancia durmiendo en lanchas y arrullándose con el mar

jaló redes repletas de pescados a las cuatro de la mañana

alimentó gatos y pelícanos con tripas

escuchó zanates encima de él

mojó sus pies con la espuma que quedaba en la orilla de la playa

Sentado en troncos húmedos veía el atardecer

                                                          rayos de sol nadando hacia la noche.

La casa tenía una silla de concha

un anafre y

el cuarto-lancha lleno de arena

IV

El mar fue la casa

asombro constante de un atardecer cayendo ante la luna

dos lanchas en las que mi padre y yo dormimos sobre las olas

Cientos de niños ahora son mayores

Hombres de cabello gris buscan cobijo en el mar

niños de ojos pargo que crecen como yo

llevándonos el mar en cada paso

¿Qué es de mí y del mar

y de los niños y hombres que viven con nosotros

espejos variados que cuidamos las aguas?

*Premio Triángulo del Sol 2017

*Nadie sabe dónde estás

Que sepan los que te mataron que pagarán con sangre
Que sepan los que te dieron tormento que me verán un día

Pablo Neruda

pego en los postes tu rostro

en esa media carta

donde grabo tu nombre

cuánto mides

cómo son tus ojos

el color y las cejas que los coronan

qué ropa llevas puesta

algunas marcas particulares en tus apenas un metro sesenta y cinco

a qué hora saliste de casa

y cuál fue tu último mensaje

hace días que nadie sabe

no saben

decirme

cuál fue la hora o el lugar donde desapareciste


en el reloj

la manecilla está parada a las tres de la tarde

la hora en que comemos

leo tu mensaje una y otra vez

tomé el bus   llego en una hora

acomodo los platos por si entras corriendo

espero una hora   dos

pero el reloj continúa detenido en su tic(tac)

los cubiertos

de ser inmovibles 

han decidido esperarte

como el gorrión que un día vi caer en picada

del edificio

y al estrellarse

– por no saber volar –

se quedó pegado al asfalto

y yo esperé a que llegaras para explicarme

de qué manera

-que desconocía-

alguien con alas podía morir al volar

tomaste su cuerpecito

esas alas atravesadas por el viento

vueltas hacia atrás

y le devolviste su orientación

lo guardaste en una malla para enterrarlo luego en el jardín

la puerta a medio abrir sopló esta mañana

abría cerraba      abría cerraba

y tu cuerpo jamás cortó el viento

tomé el teléfono

y llamé

buzón de voz

buzón de voz

buzón de voz

nadie sabe dónde estás

pero sé que tienes hambre

que tu cuerpo flaco deambula en algún lado

que caminas encorvado

con tus pies rayando el piso

resoplando bramidos por el calor y el cansancio

te espero

en la silla de concha donde nos recostamos a pensar

en cómo se crea una canción de rap

o cuántos mangos comeríamos si escalamos el árbol aquél

en medio del patio

corto el recuerdo

llamo otra vez


silencio


madre me dice que busquemos en otro lado

en el semefo       por ejemplo

para saber si aún queda algún rastro por seguir

o es momento de sobrevivir a tu ausencia

me da miedo decirlo

pero sé que te borraron

aunque la abuela esté diciendo en este momento

que te siente  que estás lejos    que este no eres tú

te miro

no sé diferenciar en tu rostro ennegrecido y deformado

esa nariz chata y tus ojos de sol eclipsado

las constelaciones marcadas en tu cuerpo

en esta mesa de metal

con la desnudez expuesta

sabía reconocer en ti el olor a talco que se guardaba en tu cuello

o el de tus calcetines húmedos

expuestos en la sala junto a tus tenis encharcados

sabía de tus manos y tus líneas

qué trazo llevaba a tu corazón palpitante

y no a una roca

hago este recuento

porque no sé cuándo dejaste de cumplir años

porque un día

no supe quién

te sacó del transporte y te llevó lejos

torció tus brazos hacia tu espalda

tapó tu boca y tus ojos

y te borró el nombre

para guardarte en dos costales de papas

solo

*Premio de Poesía Joven 2019