
Tiene cara de niño. No lo juzguemos por eso, podría ser peor. Es un Lolito en tiempos políticamente correctos, así que no le harán demasiada faramalla. Su poesía tiene ritmo de canción pop. Por eso no escribe, canta. Y, cuando lo hace, pasan cosas. Cada persona, dice él, es un jardín de silencios. Quiero creer que hay personas que son un soundtrack.
Muestra de obra
Sin publicaciones físicas, todavía ( >< )
Hace miles de años las mujeres también atraparon la luz de sus cuerpos. ¿Acaso no es bello saberlo?
Ignoradas en destreza
(este despojo debe
tener más de 20,000 años)
porque los especialistas
de la Venus paleolítica
les dieron un propósito:
ser vaso fecundo
de masculinos labios
ellos, dijeron que aquellos (otros) hombres
del Paleolítico
tallaron amuletos
mujeres fértiles
para avanzar
como especie
hombres
creativamente activos
y mujeres de piedra
inmóviles
ensanchando sus cuerpos, gota
a gota
vasos de madera, barro
se colman
visto desde otro ángulo
el femenino, por ejemplo
(especialistas mujeres
descubrieron que las mujeres del Paleolítico
fueron creativamente activas, recreando las figuras de sus cuerpos)
todas aquellas Venus de tallas prominentes
son el cuerpo visto por una mujer que se miró a sí misma
durante el crecimiento de la gestación
representaciones de la realidad
mujer mirando por encima de su vientre
sus senos cargados de alimento
luz en reposo,
inmortalizando a sí misma
su cuerpo
¿acaso no es bello saberlo?
(lo que dicen sobre sus cuerpos es lo que ellas miran)
la destreza en sus manos
la mente recoge
cada río, corva
guijo del cuerpo,
mujer definiéndose
no inmóvil, no pasiva
se reúne a sí misma
en las formas que toca
redonda,
en la perpetuidad que sostiene
en sus manos, también
dolor y llama
piedra y barro
más tarde,
en la docilidad de un metal
en la hechura de prendas
para otros
en tiempos
en siempre
: palabras como empeño y sudor
fuerza
la fidelidad con la que persigue
mirar a plena sombra
completar el rostro
apenas una bellota en
Willendorf
aparecer
por sí misma
contra las manos que dan una forma
sopesando en la espalda
más indicaciones de lo habitual,
porque recibe más indicaciones
como si fuera para evitar fallas,
como si en ella, errar fuera destino.
Mujeres tomando el lápiz
a la luz
de sus también sueños
trabajando a su semejanza
creativamente activas (repito)
menguando a golpe e instrumentos
el detalle en las piezas
tocando nudos y cuerdas
de un trabajo hecho con sus manos, sujetándose
alegres o no, en la pesquisa
del color de los días
entregando forma al relámpago líquido
de los hornos.
En llamas
la luz se desgaja en piezas
variadas formas
se enfrían,
mujer
que finalmente contempla:
delante de sí, todas las horas pesan. Platería,
se resuelve el mundo por hoy
(en interminables, variadas formas de luz).
En su quietud guarecida
la pieza de metal
lanza un último resplandor
que recomienza siempre.
de El camino de la luz (Revista Tierra Adentro, 2019)

Me gusta pensar que la poesía
en lugar de hablar de nosotros
hace: —shi-shi, y nos acompaña
quiero decir que los hombres
colocan piedras a su alrededor
y levantan muros
los hombres se encierran en las 4 paredes
de una palabra
encerrados se cierran en cierres que cierran
pero al final no, not working
leen el texto y no lo entienden
leen una, dos, tres veces
y no lo entienden
se bañan una, dos, tres veces
en la misma agua
Cuando las piedras son lanzadas
a menudo se buscan lejos
a veces (muy a menudo) no vemos nada
por mirar tan lejos.
Me gustaría saber cómo una persona
se vuelve un jardín de silencios
cómo un poeta se encierra en su propio jardín
permanece acostado en la llama de su paraíso intelectual.
Emily se guardaba bajo llave
Victoria Lucas hacía de pasteles
Lorca se atragantaba.
El poeta corta y hace agua de sus propias palabras.
Acercarse a la palabra correcta requiere esfuerzo
son muchas, y es abrumador pensar
que para cada cosa hay una(s) palabra(s),
levanta una piedra y encontrarás un jardín.
El poeta se dirige a oscuras al borde
frente a él, todas las posibilidades. (Aunque nos parezca imposible)
Una vez en la plaza, encontré un grupo de gente
jugando rayuela
lanzaban monedas, intuían distancias, se alzaban en gritos.
Cuando fue su turno, una de las mujeres inclinó el cuerpo
alargó la vista, los brazos, gimió;
hizo lo imposible para llegar exactamente sobre la línea.
Me parece que hacer lo imposible siempre es el punto de partida.
de Sobre estas piedras levantaré mi vida (Inédito, 2019)
