Edgar Artaud

México, 1953

Poeta infrarrealista, con mirada de matemático galáctico, que va golpeándose la cabeza por el universo, que lee en una cafetería de Bogotá acompañado por Richard Dawkins, mientras la vida no es más que un electrón buscando un lugar para descansar.

Muestra de obra


Bienvenido a casa

Regresaba de una convención
de poetas mentirosos
mi mujer aguardaba en la puerta.
Bienvenido a casa, Cangrejo. me dijo
entonces descubrí el cuchillo de cocina
brillando en su mano derecha.
Bu… bueno, ya llegué, dije nervioso.
Bukowski sin mujeres
replicó amenazante.
Caminé en derredor
y me persiguió presurosa
dábamos vuelta al comedor
cada vez más rápido.
Y me alcanzó con el cuchillo
encajándolo en mi vientre
y me estaba entumiendo.
Así que eres poeta, dijo
y yo pierdo el sentido
sus dos manos se mueven
empujando el cuchillo.
Bienvenido a casa, Cangrejo
recuerdo que dijo.

Aztepallatl

Una Diosa Azteca en el bar del puerto
escribía poemas en su teléfono móvil
movía con agilidad los dedos pulgares
le advertí del daño en las articulaciones
¡Mierda! ¿vas a predecir mi puto futuro?
Me acomodé en la barra, pedí mezcal
el dueño trajo dos copas una para mí
y otra para la chica, la llamó Aztepallatl
después me cobró las dos copas.
Aztepallatl brindó conmigo.
Ella pagó otra tanda, yo la que sigue.
Soy Tezcatlipoca, le dije inseguro.
Pues qué poca, te vas a enfermar.
¿Puedo llamarte Aztepallatl? Pregunté.
No te aceleres cabrón, respondió.
Pagó otra tanda y yo la que sigue.
No debería beber, soy diabético.
El covid-19 daña los pulmones
pero luego detiene el corazón
provoca un infarto fulminante.
Aztepallatl pagó su tanda y yo otra.
Creo que voy a azotar en el piso.
Dicho y hecho. Caí de bruces.
Estoy en el Hospital para covid-19.
Aztepallatl es la enfermera.

Superman

Me restablecí por un puritito milagro
tenía suero en un lugar de urgencias
y la enfermera nocturna confundió mi
terapia Intensiva con el alta Intensiva
solo recuerdo sus ojos de botella
en su bata una imagen pequeña y
borrosa, parecía Superman llegando
a rescatarme, entonces me desvanecí.
Ahora solo creo en el Dios Superman
desperté en mi casa, con todo y bata
de poeta y en mi estudio un desorden
difícil de imaginar, pero no de repetir.
En esta época he tenido varios Dioses
antes se podía tener muchos dioses
era la sociedad politeista pero ahora
somos la sociedad mono, solo uno
de todos modos da igual, uno o muchos
ninguno hace nada, es moderno pensar
en Superman, aterrizando oportuno con
la supermujer, para llevarme sano a casa
los historiadores modernos ya proclaman
una nueva moda, la sociedad sin Dioses
y los tecnólogos promueven la tecnología
para ascender de categoría, otro Dios.
Se me ocurre ahora transformar mi casa
en una única y propia iglesia personal
donde yo mismo seré mi propio Dios
para ya no depender de Superman.

El bato Artaud

En la colonia había mucho ruido y mi mujer
estaba golpeando la puerta con su cabeza
llegaron ambulancias y escuché los gritos
pensé que mis vecinos estaban infectados.
Pero eran cantos religiosos y se iluminó
toda la colonia, mi mujer gritaba eufórica
¡Te buscan a ti! ¡Felicidades amor!
Entonces ví el calendario, día del padre.
En calzoncillos no podría ser el padre de
toda la colonia, traían esa imagen en una
enorme lona, era yo abrazando un crucifijo
¡Santo Santo Santo! Llegaron los mariachis.
Un sacerdote se acercó para explicar.
El Bati-cano certificó los milagros y me
han nombrado Beato, el año próximo
tendremos mucho turismo en la ciudad.
Entonces se arrodilló y me besó los pies
los vecinos se amontonaban en la fila
sin guardar sana distancia o cubrebocas
y comenzaron a rezar en voz muy alta
¡Santo Santo Santo! y a pedir milagros.
¡Pero si yo solo soy el bato Artaud
no soy el Padre de toda la ciudad!

El demonio de los andes

Cada vez que invento un Poema
necesito una o dos cervezas
así conocí a la mujer oscura
entrando al Bar
se acomodó junto a mí
tú eres el viejo infrarrealista, dijo
solo soy un viejo Ciborg, respondí
poseo un pequeño chip
conectado a mi cerebro
¿el chip concibe tus poemas? -preguntó
y así continuamos la conversación
el Bar aparecía en penumbras
con parroquianos enmohecidos
pedimos una botella de pisco
El Demonio de los Andes
y continuamos bebiendo;
soy terapeuta en un laboratorio
para desquiciados mentales, dijo
y me pasó un brazo
por encima de los hombros
nos abrazamos
y lloramos
entonces emergieron
sus ocho patas de aluminio
negras y brillantes
y con pasos de tarántula
me abandonó en el Bar.

Especies en peligro de extinción

La ambulancia del hospital llegó a mi casa
mi mujer entreabrió la puerta
dos minutos después escuché los gritos:
¡Aaaaaahhhhh! ¡Baja maldito hijo de mierda!
¿Qué sucede? -pregunté desconcertado
¿Me registraste en el programa para incubar
especies en peligro de extinción? –preguntó.
Amor, lo olvidé, solo tienes que dar a luz
a un pequeño pescado, le dije
-y amamantarlo con su leche materna-
terció el paramédico
mi pobre mujer se desmayó
no se preocupe, dijo el buen hombre
la llevaremos al hospital
así fue, cuando despertó
ya tenía el feto en su vientre
dio a luz a un pequeño delfín narigudo
y al salir del hospital
y dejar al cetáceo en la pecera
mi esposa me echó a la calle
ahora vivo en un cuarto abandonado
escribiendo poemas.